lunes, 9 de septiembre de 2013

DESPEDIDA.

Día 50 de la ruta. Hoy no pensaba escribir nada, pero después de pasar 49 días de viaje y por suerte con una mayoría de buenos recuerdos, creo que hoy también se merece que os cuente lo bueno, lo malo y el autentico valor de las personas....

Unos días atrás, vi que me quedaba poco dinero, pero en vez de sacar en algún cajero me propuse alargarlo hasta Santiago, para después allí sacar dinero o ir pagando con la tarjeta.
Pues bien, al entrar a Santiago me crucé con el albergue y fui a hacer al reserva; como no se podía pagar con tarjeta tuve que abonar mis últimos 10 €.   Después fui a la catedral a recoger la "compostelana" y al querer comprar el cartucho para guardarla vi que solo tenía 30 céntimos y valía 1 €.   Me dije: es igual me la llevaré sin protección; una chica sudamericana, que estaba detrás mio en la cola, se sacó 1€ del bolsillo y me lo pagó.
Después fui a comer, donde pude pagar con tarjeta y de vuelta al albergue pasé por el cajero.  Cual fue mi sorpresa cuando al primer intento, me notificó que no podía sacar dinero.  En el segundo intento, se me quedó la tarjeta; ¡ no me lo podía creer!.    Pensé: bueno, mañana por la mañana me acerco a la oficina y la recupero; pero resulta que el día siguiente es domingo y esta todo cerrado...
He mirado billetes de vuelta y para mañana  quedaban pocos y de tarifas muy elevadas, así decido quedarme un día más y coger un billete de tren para el lunes, mucho más económico y también podré aprovechar para recuperar la tarjeta del cajero.
Otra opción que me da el quedarme un día más, es asistir a la misa del peregrino, ya que hoy no he llegado a tiempo.   El único inconveniente......, es que no tengo dinero y encima la noche anterior, mirando el facebook y al querer enviar la última crónica del bloc se me apagó el móvil, quedando bloqueado y averiado.¡¡¡¡ Vaya panorama!!!!
Los hospitaleros del albergue del Seminario Menor se portaron de maravilla conmigo, me dejaron llamar a casa y mi marido me solucionó la reserva del tren y la siguiente noche de hospedaje.
El domingo a las 12 de la mañana, me fui a la misa del peregrino y después de todos los problemas de ayer, estaba más sensible y fue muy emotiva.   Solo empezar la misa, se hace mención a los distintos países de donde provienen los peregrinos que llegan a Santiago.   Mi sorpresa ha sido mayúscula cuando el obispo que oficiaba la misa, ha mencionado mi nombre y que venía de Cracovia después de recorrer más de 4.000 kilómetros.   También al ser domingo, he visto en acción por primera vez, el botafumeiro....impresionante.
Al salir de nuevo a la plaza del Obradoiro, me encuentro con varios peregrinos del albergue de Sobrado que llegan hoy y cuando les cuento todo lo que me ha pasado me dejan 20 € que me irán muy bien para pasar el día y ya se los devolveré al llegar a casa.
Finalmente, el lunes por la mañana voy al banco y recupero mi tarjeta y cada vez que paso por delante de la catedral, veo algún peregrino con el cual he coincidido durante el Camino, incluso un chico también patrocinado por Gaes.
Ha sido un día muy bonito y emotivo, en medio de problemas y emociones; en el que te ads cuenta del valor de las personas y de la magia del Camino....
En este apartado final quiero agradecer a Gaes por haberme dado la oportunidad de hacer este viaje soñado y a todos mis colaboradores: catlike, silhouette, Inverse, Dpbook, Northwave, Grauluminotecnia, Basolí y Haibike.
También a todos vosotros por vuestros ánimos y felicitaciones que día a día me habéis hecho llegar a través del facebook; eran de los momentos más emocionantes de cada noche.  Gracias a todos.






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