LLEGADA A FRIBURGO
Día 23 de ruta, 80 Kms. Hoy mi frase sería:" Al volver al Camino, al final del día, tiene su recompensa".
He salido del albergue de Lagneau y durante unos cuantos kilómetros he transitado por un valle; menos mal ya me apetecía; hoy noto el cansancio acumulado en las piernas de estas tres últimas y duras etapas, sobretodo la de ayer.
Hoy he encontrado algunas rampas duras, pero cortas, para pasar de un valle al otro. Han sido 20 Kms de camino, pasando por pequeños pueblos y disfrutando del paisaje.
La primera sorpresa del día ha sido Friburgo, con la alta torre de su catedral sobresaliendo por encima del resto de las construcciones; algunos torreones por los alrededores y puentes de madera (típicos de Suiza) cruzando el río. Parece que haya cambiado de país; incluso han cambiado la lengua, aquí se habla francés.
Pasando por la oficina de Turismo, pido si hay albergue en la próxima ciudad y me comentan que no; hay una casa que alquilan habitaciones pero está llena y me han hecho la reserva en un monasterio tipo albergue. ¡¡ Está perfecto!!, acorde con el peregrinaje.
Me pongo en ruta por el Camino y encuentro zonas complicadas, con escaleras, piedras en tramos de subida, etc... y esto me hace perder más tiempo de lo previsto.
En el monasterio, del cual desconozco la orden pero todos son vietnamitas, me enseñan las instalaciones y la capilla por si quiero ir a rezar... A la hora de pagar, le digo que me haga un buen precio, que aún me quedan muchos días de viaje y le explico un poco todo mi reto. Le hace gracia mi relato y me pide la voluntad. Saco 20€ de mi cartera, pero veo que la factura es de 28 €. Otro monje que solo hablaba alemán me dice que no pague nada; que estoy invitada junto con el desayuno y la cena.
Ha estado perfecto, una ensalada y un buen plato de spaguettis; lo mejor...... el queso.
El monasterio es de Notre Dame y está en un pueblo muy pequeño. Esto es el auténtico Camino.
La majestuosa ciudad de Friburgo, con el torreón de su catedral.
No todo son montañas, también hay hermosos valles.
Este es el monasterio donde he pernoctado hoy.
Día 23 de ruta, 80 Kms. Hoy mi frase sería:" Al volver al Camino, al final del día, tiene su recompensa".
He salido del albergue de Lagneau y durante unos cuantos kilómetros he transitado por un valle; menos mal ya me apetecía; hoy noto el cansancio acumulado en las piernas de estas tres últimas y duras etapas, sobretodo la de ayer.
Hoy he encontrado algunas rampas duras, pero cortas, para pasar de un valle al otro. Han sido 20 Kms de camino, pasando por pequeños pueblos y disfrutando del paisaje.
La primera sorpresa del día ha sido Friburgo, con la alta torre de su catedral sobresaliendo por encima del resto de las construcciones; algunos torreones por los alrededores y puentes de madera (típicos de Suiza) cruzando el río. Parece que haya cambiado de país; incluso han cambiado la lengua, aquí se habla francés.
Pasando por la oficina de Turismo, pido si hay albergue en la próxima ciudad y me comentan que no; hay una casa que alquilan habitaciones pero está llena y me han hecho la reserva en un monasterio tipo albergue. ¡¡ Está perfecto!!, acorde con el peregrinaje.
Me pongo en ruta por el Camino y encuentro zonas complicadas, con escaleras, piedras en tramos de subida, etc... y esto me hace perder más tiempo de lo previsto.
En el monasterio, del cual desconozco la orden pero todos son vietnamitas, me enseñan las instalaciones y la capilla por si quiero ir a rezar... A la hora de pagar, le digo que me haga un buen precio, que aún me quedan muchos días de viaje y le explico un poco todo mi reto. Le hace gracia mi relato y me pide la voluntad. Saco 20€ de mi cartera, pero veo que la factura es de 28 €. Otro monje que solo hablaba alemán me dice que no pague nada; que estoy invitada junto con el desayuno y la cena.
Ha estado perfecto, una ensalada y un buen plato de spaguettis; lo mejor...... el queso.
El monasterio es de Notre Dame y está en un pueblo muy pequeño. Esto es el auténtico Camino.
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