LA COMIDA ES IMPORTANTE
Día 35 de ruta, 90 kms. Ayer de nuevo llegué fundida después de casi 100 kilómetros, con unas últimas rampas que te dejan sin energía y hoy sales de nuevo bien animada. Aunque quiero destacar la importancia de la comida en este proceso recuperador; así, la cena de ayer a base de una crema de espárragos, un buen plato de pasta con atún y antes de acostarme un tazón de leche con cereales junto a un buen desayuno por la mañana, ayudan en gran medida a sentirte rehabilitada; mi madre me dice que coma, pero creo que puede estar tranquila....
Como anécdota, un día antes de acostarme, me estaba tomando mi vaso de leche cuando entró una chica y me preguntó si salía muy temprano ya que estaba desayunando.
Salgo de Lectoure, desde donde hay una buena vista sobre el valle, si a este terreno ondulado lo podemos denominar así. El primer pueblo de parada es La Romieu, pequeño pero con una gran colegiata que ya se ve desde lejos. Tiene gran importancia al ser un conjunto de interés histórico y en cuyo interior hay la cripta con antiguas pinturas románicas.
Con casi 40 kilómetros llego a Condom, preciosa ciudad donde destaca su imponente catedral con su claustro interior. A destacar que había una feria de productos naturalistas y ecológicos en el interior de su recinto. También son fascinantes las esculturas de los 4 mosqueteros a las puertas de la catedral.
El paisaje ha ido cambiando paulatinamente, pasando de los extensos campos de girasoles a zonas de cultivo de viñedos con sus correspondientes cavas o bodegas; han quedado atrás las zonas de alta montaña donde la producción del queso era la actividad principal.
Hoy en el Camino he encontrado una señal que me indicaba 999 kms a Compostela, y justo hoy, 80 kilómetros más tarde he llegado a los 3.000 kms; por suerte estoy más entera de lo que hubiera esperado con este kilometraje.
Hemos quedado con Jordi para dormir en el pueblo de Nogaro, donde además de su iglesia, destaca su circuito de automovilismo.
En la gite, hay un grupo de jóvenes que hacen el Camino; mientras yo escribo estas líneas, el está dibujando a mi lado y acabamos hablando del Camino y de los motivos que te impulsan a su realización.
Panorámica de la catedral de Condom, con su famosa estatua de los mosqueteros.
Circuito de automovilismo de la ciudad de Nagaro
Claustro de la catedral de Condom
Día 35 de ruta, 90 kms. Ayer de nuevo llegué fundida después de casi 100 kilómetros, con unas últimas rampas que te dejan sin energía y hoy sales de nuevo bien animada. Aunque quiero destacar la importancia de la comida en este proceso recuperador; así, la cena de ayer a base de una crema de espárragos, un buen plato de pasta con atún y antes de acostarme un tazón de leche con cereales junto a un buen desayuno por la mañana, ayudan en gran medida a sentirte rehabilitada; mi madre me dice que coma, pero creo que puede estar tranquila....
Como anécdota, un día antes de acostarme, me estaba tomando mi vaso de leche cuando entró una chica y me preguntó si salía muy temprano ya que estaba desayunando.
Salgo de Lectoure, desde donde hay una buena vista sobre el valle, si a este terreno ondulado lo podemos denominar así. El primer pueblo de parada es La Romieu, pequeño pero con una gran colegiata que ya se ve desde lejos. Tiene gran importancia al ser un conjunto de interés histórico y en cuyo interior hay la cripta con antiguas pinturas románicas.
Con casi 40 kilómetros llego a Condom, preciosa ciudad donde destaca su imponente catedral con su claustro interior. A destacar que había una feria de productos naturalistas y ecológicos en el interior de su recinto. También son fascinantes las esculturas de los 4 mosqueteros a las puertas de la catedral.
El paisaje ha ido cambiando paulatinamente, pasando de los extensos campos de girasoles a zonas de cultivo de viñedos con sus correspondientes cavas o bodegas; han quedado atrás las zonas de alta montaña donde la producción del queso era la actividad principal.
Hoy en el Camino he encontrado una señal que me indicaba 999 kms a Compostela, y justo hoy, 80 kilómetros más tarde he llegado a los 3.000 kms; por suerte estoy más entera de lo que hubiera esperado con este kilometraje.
Hemos quedado con Jordi para dormir en el pueblo de Nogaro, donde además de su iglesia, destaca su circuito de automovilismo.
En la gite, hay un grupo de jóvenes que hacen el Camino; mientras yo escribo estas líneas, el está dibujando a mi lado y acabamos hablando del Camino y de los motivos que te impulsan a su realización.
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