VISITA A LA CATEDRAL DE LE PUY Y REENCUENTRO
Día 28 de ruta, 96 kms. Empezamos el día con puerto, son 16 kms y los últimos cuatro muy duros. Pensaba que a partir de aquí, todo seria mas fácil, pero no ha sido así. He bajado durante 15 kms, pero luego ha sido un circuito de continuas bajadas y subidas , siempre tirando hacia arriba.
Según mis gráficos no me marcada la sorpresa del día; hoy tenia la sensación de que no iba bien y que me empezaban a costar las subidas. Pero la verdad, sin darme cuenta me fijo en un poste informativo donde marca la altitud y mi sorpresa es aun mayor: 1250 metros de altitud. Ahora me explico mi extraña sensación de no encontrarme bien y la realidad es que he subido mucho mas de lo que tenia planificado.
La ruta y los pueblos por los que he transitado han sido preciosos, me han vuelto a recordar los paisajes alpinos se Suiza y Chequia.
Entre la sorpresa del puerto y los kilómetros de mas que he realizado , he llegado bastante agotada con el remate final de ascender a la catedral de Le Puy.
La ciudad vale la pena todo el esfuerzo realizado y mucho mas después del reencuentro con mi marido a los pies de la catedral.
Espectacular imagen de la catedral de Le Puy, que refleja la fuerte pendiente para ascender a su templo.
Vista de la iglesia de St. Michel, en Le Puy.
Uno de los pueblos típicos de la ruta.
Día 28 de ruta, 96 kms. Empezamos el día con puerto, son 16 kms y los últimos cuatro muy duros. Pensaba que a partir de aquí, todo seria mas fácil, pero no ha sido así. He bajado durante 15 kms, pero luego ha sido un circuito de continuas bajadas y subidas , siempre tirando hacia arriba.
Según mis gráficos no me marcada la sorpresa del día; hoy tenia la sensación de que no iba bien y que me empezaban a costar las subidas. Pero la verdad, sin darme cuenta me fijo en un poste informativo donde marca la altitud y mi sorpresa es aun mayor: 1250 metros de altitud. Ahora me explico mi extraña sensación de no encontrarme bien y la realidad es que he subido mucho mas de lo que tenia planificado.
La ruta y los pueblos por los que he transitado han sido preciosos, me han vuelto a recordar los paisajes alpinos se Suiza y Chequia.
Entre la sorpresa del puerto y los kilómetros de mas que he realizado , he llegado bastante agotada con el remate final de ascender a la catedral de Le Puy.
La ciudad vale la pena todo el esfuerzo realizado y mucho mas después del reencuentro con mi marido a los pies de la catedral.
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