RODANDO POR TIERRAS FRANCESAS

Día 25 de ruta, 105 Kms.   Antes de salir de Ginebra, he visitado el centro de la ciudad donde destaca la catedral de St. Pierre y justo cuando he querido sacar una foto del gran surtidor del lago, lo han parado al hacer mucho viento; que le vamos a hacer...
Sigo mi ruta y después de un rato, cruzo la frontera con Francia; una simple barra y un cartel de despedida de Suiza deseando Buen Camino.   Me meto por caminos y empiezo a subir hasta unos 900 mts, con unas buenas vistas; atrás, a lo lejos, aún se ve Ginebra.
Ya en Francia, todo está muy bien indicado y, de momento, las pistas son ciclables.   Empiezo a bajar por carreteras muy tranquilas y a gran velocidad hasta Frangy, a partir de aquí entro en un valle hasta Seyssel, bonito pueblo que cruza el río Ródano.   Sigo rutas paralelas al río rodando a buena velocidad, paso por algunos castillos y pueblos muy turísticos como Chanaz, donde al igual que en Venecia, hay que utilizar barcas para circular por sus canales.
Después de aquí, el camino se enfila hacia el bosque por unas escaleras y opto por acabar de llegar a Yenne por una tranquila carretera que sigue el curso del Ródano.    Me da la sensación que todo el recorrido de hoy lo he realizado en bajada; desde los 900 metros de altitud del puerto de salida de la frontera, a los 240 mts de este pueblo.
En la oficina de información me indicaron que había lugares de acogida para peregrinos a lo largo de todo el trayecto por tierras francesas y que en Yenne había uno.   Así, opto por quedarme aquí con un buen kilometraje, recuperar fuerzas y empezar mañana..... subiendo.

El recorrido de hoy, por pistas ciclables, bien señalizadas y rápidas.

Majestuoso puente cruzando el río Ródano, en Seyssel.

Vista del encantador pueblo de Chanaz, con sus típicos canales para recorrer en barca.